
La vida Scout en El Salvador
Escrito por Fidel López Eguizábal
Sábado, 20 agosto 2011 Editorial La Prensa Gráfica.
¿Han oído hablar de Robert Baden Powell? Es el fundador del movimiento Scout a escala mundial, asociación que se estableció en El Salvador en 1914. Hay mucha historia que contar ya que hasta expresidentes salvadoreños han vestido el uniforme scout, entre ellos José Napoleón Duarte y Alfredo Cristiani.
Desde su fundación se ha ayudado a construir una mejor nación a través de sus miembros y por las acciones que realizan. En la Asociación de Scouts de El Salvador se enseña el Método Scout, valores, liderazgo, convivencia, amor a Dios, a la familia y a la naturaleza, empatía y sobre todo la amistad. El movimiento scout es la asociación juvenil más grande del planeta, cuenta alrededor de 28 millones de jóvenes y ha ayudado a más de 300 millones de jóvenes en sus 103 años de fundación. ¿Qué significa ser Scout? Se puede conocer de tres maneras: siendo un miembro scout, como padre de familia y como dirigente. En la última me encuentro yo, pasión que nació al haber asistido a un pequeño campamento en la finca Ecoturística El Espino, en Santa Tecla.
En una entrevista televisiva, un señor manifestó que los “boy scouts” o scouts se ven pocos en el país, talvez sí, lo que sucede que hay miles de jóvenes que no conocen el movimiento. Ser scout no significa nada más hacer nudos o andar acampando en las montañas, es mucho más. Es necesario que en estos tiempos que impera más los antivalores que las buenas costumbres, los niños y jóvenes se inscriban a los scouts. Uno de los aspectos fundamentales de los scouts es amar a la naturaleza, legado dejado por su fundador. Además se inculca el espíritu de “colaboración”, ejemplo de ello son las colaboraciones que efectúan en recolección de juguetes, en catástrofes, campañas religiosas, etc. La empatía, solidaridad, compañerismo, amor a la naturaleza es parte de la vida scout.
Se los aseguro que los niños y jóvenes scouts cometen menos errores en su vida. Tienen la oportunidad de tener una educación integral. Se les refuerza lo aprendido en el hogar y la escuela. Recordemos que hoy en día impera más la ociosidad que actividades de provecho. Sobre sus ramas están los lobatos, scouts, caminantes y los rovers. Es una gran experiencia pertenecer al movimiento. A los miembros se les ayuda a formar valores, basados en los principios espirituales, sociales y personales expresados en la Promesa y Ley Scout. En el movimiento, no hay diferencias de razas, posición económica, religión, cultura o política. Todos comparten como hermanos y “siempre listos” para ayudar al prójimo. Deberían las instituciones educativas invitar a niños y jóvenes a pertenecer al movimiento. He corroborado que colegios, escuelas y cuarteles prestan las instalaciones a los miembros scouts para que puedan realizar las reuniones.
¿Qué se aprende en el escultismo? La clave Morse, lectura de mapas, primeros auxilios, nadar, practicar ecoturismo, cocinar, aprender valores, etcétera. Esto es parte de las actividades que realizan desde niños en los diferentes lugares que se reúnen. Ayuda a formar el carácter, a socializar, a enfrentar la vida de una forma diferente.
Padre de familia, si usted desea que su hijo o hija aprenda sobre el escultismo, puede inscribir a su hijo en las diferentes sedes del país. He comprobado que niños tímidos, rebeldes y poco sociables cambian, se comparte, se hace amigos, se les enseña a amar la naturaleza, a amar a la familia, al prójimo y a Dios. Poco a poco los miembros van cambiando y haciéndose integrales para poder hacer una sociedad mejor en nuestro querido El Salvador. “Siempre mejor y siempre listos.”










